La Hermandad posee el título de Sacramental desde el año 2006 cuando, tras el visto bueno del Cabildo de hermanos, la Autoridad Eclesiástica la aprobó. Los motivos para que nos concediera dicho título fue la custodia y cultos a Su Divina Majestad durante dos décadas en nuestra Capilla-Oratorio donde residió nuestra Hermandad desde 1986. En ella, el Sagrario ocupaba el centro del templo para recordarnos a todos los hermanos que es el Señor Sacramentado quien debe ocupar el centro de nuestras vidas. Siempre la Hermandad ha rendido pleitesía al Santísimo con el montaje de espectaculares altares para el Corpus de la ciudad y para la procesión de la Real Congregación de la Vela por las calles del barrio del Mentidero.

Desde aquel mismo año la Hermandad pasó al cortejo de las Sacramentales en la procesión del Corpus Christi como primer tramo tras el paso de la Patrona. También pasamos a organizar, junto a la Archicofradía de Ntra. Sra. del Carmen Coronada y la Hermandad de Ntro. Padre Jesús en su Prendimiento, el Corpus del Mentidero que llevaba en la custodia al Señor por las calles del barrio que se engalanada y se montaban altares para Mayor Gloria de Dios. Desde el año 2017, y con nuestra vuelta a la parroquia de San José, nos convertimos en la Sacramental de la Parroquia donde le dedicamos un triduo con Función Solemne el Jueves de Corpus y organizamos el Corpus de San José donde el Señor bajo la Sagrada Forma recorre las calles de la feligresía.

Para nosotros el Santísimo Sacramento es el Titular primero de nuestra corporación nazarena pues le da sentido a los que somos, creyentes en un Señor vivo y presente entre nosotros. El ser Hermandad Sacramental impregna toda la vida de la corporación de un matiz que la hace más eclesial y por tanto más parroquial si cabe. La Sagrada Eucaristía es el Sacramento fuente y culmen de toda la vida de la Iglesia. De ésta Sacramento todo parte, y al mismo todo confluye. Aunque la Presencia de Cristo en la Iglesia se da en la Palabra y en la Comunidad, en la Eucaristía se encuentra real y sustancialmente presente por la Acción del Espíritu Santo, durante la celebración de la Santa Misa por manos del Sacerdote. Esta presencia es permanente, quedando las Sagradas Formas consagradas en el Sagrario para la Adoración y la comunión de los enfermos si se precisa.

Por tanto, es fin de nuestra Sacramental Hermandad socorrer a la Parroquia, siempre bajo la dirección del párroco, en todo el orden material relacionado con la Liturgia Eucarística dentro y fuera de la Santa Misa (cuidado y mantenimiento del Sagrario y su exorno, custodias, ornamentos, candelabros y lámparas…). También es muy importante la colaboración para los actos de culto ya que en nuestra Misa Mensual se lleva a cabo la Exposición del Santísimo Sacramento, así como en su presencia en los demás cultos de la Hermandad para encontrar siempre un momento de oración con el Señor en la Sagrada Forma. Durante el tercer y último día de triduo cuaresmal, realizamos Procesión claustral para la reserva solemne. Es del mismo modo prioridad la catequesis, sobre todo de los Sacramentos de iniciación cristiana, como la Primera Comunión y la Confirmación, para llevar a nuestros hermanos, niños y jóvenes, el Amor a Dios en el Sagrario.